que sí que no/ que nunca te decides

Algo ha sucedido en estos últimos días y no hemos hecho más que correr. Dicen que es mucha actividad... pueden tener razón. Nosotros culpamos al clima: no queda más que tener programas variados, de lo contrario, caerémos en la congelación.
El lunes entramos y salimos de casa como 5 veces.
Procedo a explicar.
Por la mañana estuadiante fue a clases de alemán y al terminar, regresó a su hogar.
Volvió a la universidad para la corrección de la schreibaufgabe 5 y paseante se fue a hacer compras navideñas. Con paquetes y bártulos regresó al hogar.
Cumplió diligencias en el PC y volvió a salir, como no, a comprar huevos y leche. Regresó con ellos al hogar para volver a salir.
El lunes se celebraba Santa Lucía -gran evento para la comunidad sueca-, que trae la luz de la Navidad, por lo que paseante (que a estas alturas ha dejado oficialmente de ser estudiante) partió rumbo al colegio de pequeña Maja. Llegó allá 15 minutos tarde, lo que significó que se perdió el evento al que iba. En fin, ya saben, eso de la intención... no?
Y regresó a su hogar por otros 5 minutos.
Salió y se reunió con Stela-canadiense-croata para comprar regalos navideños, pero la idea no fue buena, pues ya estaba todo cerrado. Se tomaron el Ubahn y partieron, entonces congeladas, a casa de Kelly para una gran comida. Y se diviertieron en gran medida hasta altas horas de la madrugada.
Ayer nuevamente corrió, pues la compra de regalos individualizados y personalizados la tiene full. Hoy espera sólo reunirse con su amigo austríaco y dar por cerrado el día.
Paseante dice que necesita 24 horas para dormir.