el paseo de estudiante

Resulta que si vamos a trabajar, lo haremos a nuestro modo. Ladrillo bajo el brazo y soundtrack en la cartera, estudiante decidió hacer la versión agradable y corregir como paseante.
Dijo que iba a pauta en QP, pero resulta que no hubo. Tomó sus pertenencias entonces, y bajó en Metro Bellas Artes. A pasos, sólo pasos, la esperaba el Café Mosqueto con té. Mucho té verde con rosas. Y leyó, leyó y leyó, hasta que se hizo medio día, momento de servirse el almuerzo con su padre. Miyako fue el sitio elegido, luego que la tenida galana de estudiante fuera vetada en el Club de la Unión por incluir zapatillas.
La interrupción fue agradable, pues siempre les ha gustado a las personas de este blog, almorzar con el padre. Pero nada es eterno y hubo de regresar a su lectura de puntos y comas. Pluma amarilla, anteojos y iPod, estudiante se instaló en el Starbucks de Agustinas hasta que fue ya la tarde.
A las 18:15 habían quedado de reunirse con Mari para ir a la Feria del Libro. Irían a mirar, pasear, tomar café y ver al señor Villanueva Chang. Invitados más, invitados menos, el director de Etiqueta Negra venía a presentar a la revista en sociedad. Paseante, como no, iba a que le regalaran algunas revistas y a agendar un encuentro con el joven. Él, porque insiste en que paseante ha de volver a publicar, ella porque le divierte el caballero y sus historias. Los saludos fueron breves y cordiales, quedaron de buscar segundos para cafés y tuvieron que partir. A paseante aún la esperaban en otro evento.