que mala idea

Ya sabemos, paseante no llora, pero Godmother un poco sí, y aunque aún no llegamos al momento en que caen las lágrimas, estamos al borde. Lo que sucede: a Ricurita no le fue bien en Phili.
Partió el lunes, luego de la performance en la boda de JP, y llegó allá fascinado por el sol y las flores. A las 6 de la mañana de hoy cumplió con su rutina y visitó a los Drs. Shields. Le hizo hola, tal como lo había hecho desde la escalinata de la Merced, y se entregó al examen. Cuando despertó, ya estaba de vuelta en la Ronald McDonalds House y sus padres no lucían tan fascinados. Habían dicho que el tumor del ojo derecho había vuelto a la vida y que ahora sólo quedaba hacer radio. Eso significará 4 días internado siendo radiado, mucha anestesia y nada de paseos.
En fin, creemos que las cosas van a resultar, pero estos tumores tipo Muumra no le parecen a Godmother. Ella quería venir en su versión paseante a contar de la boda, a narrar historias del joven de la península y cosas así, pero el ánimo no le alcanza. Será mañana, quizás, desde la oficina –a la que va y no hace nada-.