vamos por el comienzo

Y paseante fue paseante nuevamente. Vistió su pinta de barbie destellos de luz, preparó su mochila viajera y tomó resoluciones de comenzar un buen nuevo año. Luego de comer con sus padres más el suizo loco, y ver fuegos en el cerro de la esquina de su casa (no sabía cuánta gente hacía lo mismo que ellos! Señores, son cientos!), emprendió camino con jóvenes amenos a Talagante. Allá, en la parcela de Fran, había evento.
Evento y amigos! Qué bien nos cae esa gente… Josecita y MIK son grandes compañías! Paseante se divirtió, danzó y recordó por qué el año nuevo tiene que ser con sound. Y como no, con los recuerdos kitsh de los bailes 80teros y 70eros. Grandes temas!
La noche acabó cuando ya era de mañana. Tan de mañana que paseante no pudo dormir. Y no durmió hasta que ya fue de noche en su hogar. Al final, dicen, es la cama de uno lo que cuenta.
De todos modos, el día 1, al borde de la piscina, con frutillas y comidas frugales, sin olvidar su cajita de leche chocolatada de desayuno, fue un ejemplo de la vida que paseante había olvidado.
El sol -al que medianamente mantuvimos controlado para que no siguiera dañando a paseante-, las esterillas de la siesta, las conversaciones y los picoteos en la parrilla auguraron un buen comienzo. Paseante tiene fe. Y sólo eso, pues aún no se le ocurre cómo solucionar los problemas de trabajante. En tanto, estudiante ya tiene dead line: hay fecha de defensa.
Con todo, así comienza el año nuevo de paseante.
Viajes: varios en vista.

P.S: hemos descubierto (o vuelto a descubrir) la canción más romántica de la historia. Ud. busque Gymnopedie I y II de Debussy, interpretado por Eric Satie.