la negativa laboral

Lo que sucede es que trabajante tiene mucho, mucho, muchísimo que hacer, pero no puede dar con el momento en que se sienta frente al PC y lo hace.
Dice que le aguardan pruebas y exámenes de la UAI y la UDLA. Cotizaciones y reestructuraciones en el SU; y como no, dos artículos para QP.
Suceden cosas, sucede el sueño, sucede la visita de ricurita, de las gentes, sucede el orden (que nunca acaba y los papeles de Wien siguen por ahí) y suceden numerosos elementos distractivos que no han dejado que trabajante se ponga manos a la obra. Y como de justificarse se trata, cada vez que decide comenzar a trabajar, recuerda las palabras de su editor el viernes a eso de las 20 horas: ‘ya, entonces me mandas el texto para verlo el lunes temprano, hablamos, llamas al sr. nuevamente para entrevistarlo y cerramos. Te parece? Sí? Bueno, entonces descansa el fin de semana.’ Trabajante sabe que hay una incoherencia en el discurso del sr., pero le gusta quedarse con la frase final, aquella de ‘descansar’.
Trabajante cree que ahora que ya no hay mundial, debe ponerse manos a la obra.
Los discursos no serán validos mañana.
Trabajante comienza ahora ya.