un asunto de horas

Resulta que trabajante está siendo consumida por el sueño y el pánico escénico ante un tema que no logra abordar. Se sienta frente a Roger e intenta hacer algo, pero no avanza. Mira el cuaderno de notas y ve nombres con los que debería hablar, pero no le sale llamar y preguntar por ellos. Piensa que en un rato más lo logrará, que hará esa entrevista de puntapié inicial, pero no, sigue aquí intentando escribir.
Prefiere pensar en que a la tarde amante se tomará el día, verá Epitafios junto al joven de la Península y se olvidará que no ha hecho nada para un deadline que se acerca cada vez más…

por cesante y paseante

Y aunque paseante volvió hace varios días de Baires, no había pasado por aquí a narrar. Sucede que fueron días amenos, reídos, comidos y celebrados. ¡y cómo no iban a serlo, si había dos novias que despedir! Eran 11 las chicas que tomaron el avión y llegaron a Suipacha Suits. Lo que vino después, cada día de paseo, caminata, los sitios a conocer y las charlas llenaron el calendario hasta el lunes en que supuestamente regresaban a la capital. Mas no!
Nada más llegar a la fila, una amable señorita les ofreció no tomar el avión a la hora indicada. Si aceptaban, ella les daba hotel, comida, desayuno, traslados y lo mejor, ¡dinero en pasajes! Como supondrán, paseante no pudo evitarlo. Llamó al joven de la Península que iría a por ella al aeropuerto y le dijo que esperara hasta mañana (hemos de reconocer que fue elemento a considerar, pero supusimos que por un par de horas no se molestaría el caballero…). Siete de las 10 tomaron nuevamente sus maletas, dieron vueltas por el aeropuerto y emprendieron rumbo al centro de la ciudad. Luego de un par de horas de casi sueño, volvieron a Ezeiza para tomar el avión.
Ya en la capital, amante fue a almorzar con el joven de la Península. Le contó sobre la cajita feliz con regalos, pero aguardó hasta más tarde para hacer la entrega. Hizo una visita a Ricurita, a quien le pareció mejor el celular de Godmother que los regalos trasandinos, y finalmente regresó a su hogar. Tenía sueño, mucho para ser sinceros, pero no podía dejar de reírse cuando recordaba a Facundo, la película mala y el café notable que consumió con MIK en el Malba, los libros adquiridos y las caminatas. Nada mejor que caminar.
En fin, ya está de vuelta en el trabajo para los medios y debe conseguir que la gente le hable. Veremos cómo hacerlo…

de paseo!

Hacía tiempo que paseante no se escapaba de la frontera nacional, así es que hoy, junto a las 11 señoritas del SU, se largará al otro lado de la cordillera. Baires, señores, espera a por ellas! Y cómo se van a divertir!!!!
Dicen que van a despedir a Maidita y Conti que se matrimonean, pero la verdad es que van a divertirse. Todas juntas ya es buen evento, caminando por las calles de esa city, mejor, y si le ponemos tema, esto es fantástico! Han hecho polerones con motivos para todas y cada una. Han preparado videos con saludos y cocina. Llevan juegos y regalos. Hoy, momentos antes de partir, tenemos la impresión que paseante se tomará la vida de la capital trasandina! A por ella!

uno para todos… todos es mucho

Resulta que paseante y trabajante se han sobrevendido. Hoy daban vueltas y vueltas tratando de hacer todas las cosas a las que se habían comprometido.
Tenía que coordinar el reporteo para el nuevo pasquín en el que escribe (cuyo deadline es mañana a las 12am), hacer la pega del local laboral, organizar viajes a Baires, y por supuesto, quería tener un minuto para amante. Más nada, sólo pudo hacer bien lo del pasquín. Es decir, ya tiene los entrevistados, pero le falta el artículo. Trabajante presiente que esa será tarea nocturna, pues ahora debe largarse a una comida de las AAC.
De todos modos, paseante y trabajante andan felices. Luchan y se agobian un poco por la vida, pero llama el joven de la Península y casi se le olvida que no ha hecho nada. Será que el señor tiene poderes?

el estado de la cuestión

Ya sabemos que a paseante no le gustan las versiones en flash back, pero esta vez merece la pena, como diría el joven de la Península; y bueno, la historia lo involucra, así es que la usaremos con gusto…
Resulta que hay nuevo personaje que se suma a este blog, a pedido del público y de MIK especialmente, desde el sábado damos cordial bienvenida a amante. Los estados civiles han cambiado desde la semana pasada, por lo que paseante procede a explicar que su versión ahora se complementa: paseante ha conseguido un novio.
Se trata del joven de la Península, un caballero encantador que desde hace un tiempo da vueltas por la vida de paseante. Hubo conciertos de ópera en el parque, comidas varias, eventos sociales y bodas, hasta que el sábado paseante le acompañó a una visita de terreno.
Muy temprano por la mañana –excesivamente temprano si le preguntan a paseante-, partieron a Casablanca a ver un cerro, postes y antenas de teléfono. Sacaron las fotos que correspondían y pusieron cara de inteligentes ante el señor de la inspección técnica. Acabado el proceso, emprendieron rumbo a la costa. Habían dicho que el almuerzo sería en Viña.
Llegaron hasta allá muy temprano, por lo que hicieron un alto para el café. Luego, y dadas las circunstancias, caminaron por la costanera* charlando sobre la vida. Estaban en eso, o al menos eso creyó paseante, hasta que el joven de la Península pronunció palabras que le daban a paseante el título de amante. Desde ese momento, amante se tomó el día y circuló feliz.
Lo que ha venido luego es simple: muchos eventos, llamados incriminatorios por la falta de información entregada previamente y mucho tiempo junto al joven de la Península. Es que no podemos evitarlo: a amante le gusta andar con el caballero este…
Como ven, las personalidades lejos de simplificarse se multiplican, por lo que la vida de este blog volverá a tomar ritmo. Ya iremos dando más detalles, pues hay que hacer informes de trabajante y Godmother. Ambas están con bastante que contar, pero por ahora paseante ha de regresar a la edición de un video. Las narraciones quedan para mañana, hoy sólo queríamos hablar de amante. ¡Una gran bienvenida para ella! (y para el joven de la Península, claro está…)

*nos referimos a la que está a la orilla del mar, esa que va junto a las rocas y en paralelo al Casino, no a la carretera urbana de la capital. Hacemos la explicación porque hay gente que consulta…

temas pendientes

Desde hace una semana, hay un sujeto que ha llegado a cumplir los deberes de trabajante. Los primeros días, él ponía cara de atención y tomaba notas de lo que debía hacer. Ahora, que ya llevan mucho tiempo compartiendo la oficina, sólo toman notas mutuas de discos, películas y críticas a the boss. Lo demás, que es algo así como el traspaso del mando, son temas pendientes.
Según él, son cerca de 15 puntos en la agenda, pero que trabajante cree pueden abarcar en una amena charla con café. La próxima semana la destinarán a eso. Es probable que para entonces trabajante tenga menos ganas de hacer la pega y le herede todo sin vacilar.
De paso, trabajante ha de confesar que desde su renuncia, es poco y nada lo que ha hecho… Lo peor, no tiene interés de hacer más tampoco!

P.S: el lunes es día de entrevista laboral.

que mala idea

Ya sabemos, paseante no llora, pero Godmother un poco sí, y aunque aún no llegamos al momento en que caen las lágrimas, estamos al borde. Lo que sucede: a Ricurita no le fue bien en Phili.
Partió el lunes, luego de la performance en la boda de JP, y llegó allá fascinado por el sol y las flores. A las 6 de la mañana de hoy cumplió con su rutina y visitó a los Drs. Shields. Le hizo hola, tal como lo había hecho desde la escalinata de la Merced, y se entregó al examen. Cuando despertó, ya estaba de vuelta en la Ronald McDonalds House y sus padres no lucían tan fascinados. Habían dicho que el tumor del ojo derecho había vuelto a la vida y que ahora sólo quedaba hacer radio. Eso significará 4 días internado siendo radiado, mucha anestesia y nada de paseos.
En fin, creemos que las cosas van a resultar, pero estos tumores tipo Muumra no le parecen a Godmother. Ella quería venir en su versión paseante a contar de la boda, a narrar historias del joven de la península y cosas así, pero el ánimo no le alcanza. Será mañana, quizás, desde la oficina –a la que va y no hace nada-.